Por José Luis Tapia Rocha, economista, Presidente del M5R, Catedratico de Economia Política, y Director de ILE.
El ingreso a la OCDE representa un desafío para las reformas liberales en el Perú. Aunque se presenta como un hito de progreso, la realidad es que este organismo está más inclinado hacia políticas estatistas que hacia la verdadera liberalización económica. La propuesta de combinar fondos privados de pensiones de AFP con los de ONP es un ejemplo claro de cómo la OCDE promueve medidas que van en contra de los principios liberales.
La OCDE, si bien promueve la democracia, los derechos humanos y la transparencia, también aboga por políticas que incrementan la intervención del Estado en la economía. Esta combinación de valores contradictorios plantea un dilema para países como el Perú, que buscan modernizarse y atraer inversiones extranjeras sin comprometer su soberanía económica y las reformas liberales.
La propuesta de fusionar los fondos de pensiones privados y estatales para garantizar una pensión mínima revela la preferencia de la OCDE por soluciones intervencionistas en lugar de promover un ambiente propicio para el libre mercado, la inversión privada y la libre competencia. Esta medida socava la autonomía de los individuos al obligarlos a depender del Estado para su seguridad financiera en la vejez, en lugar de fomentar la responsabilidad individual y la libertad de elección.
OCDE
El problema radica en que la OCDE está más preocupada por mejorar la eficiencia y eficacia de las políticas estatistas existentes que por fomentar un verdadero cambio hacia un modelo económico basado en la libre empresa y la competencia. En lugar de impulsar reformas que reduzcan la burocracia estatal y promuevan la apertura de mercados, la OCDE tiende a favorecer medidas que consolidan el poder del Estado y limitan la libertad económica de los ciudadanos.
Para el Perú, ingresar a la OCDE puede significar adoptar políticas que no necesariamente se alinean con sus intereses a largo plazo. Si bien es cierto que el país busca atraer inversiones extranjeras y mejorar su imagen internacional, no debe comprometer su soberanía económica ni sacrificar sus reformas liberales en el proceso.
Es fundamental que el Perú evalúe cuidadosamente los términos y condiciones de su adhesión a la OCDE y se asegure de que no se vea obligado a implementar políticas que vayan en contra de sus propios intereses y valores. La soberanía económica y la libertad individual no deben ser sacrificadas en aras de la integración internacional.
En conclusión, el ingreso a la OCDE representa un desafío para lasreformas liberales en el Perú. Si bien puede ofrecer ciertos beneficios en términos de acceso a mercados internacionales y cooperación económica, también plantea riesgos significativos en cuanto a la pérdida de autonomía económica y la adopción de políticas que no necesariamente benefician a la población en general. Es crucial que el Perú mantenga su compromiso con los principios liberales y busque alternativas que promuevan el desarrollo económico y la libertad individual sin comprometer su soberanía nacional.
