José Luis Tapia Rocha, economista, Director General de ILE, Catedratico de Economia Politica.
La ausencia de reformas liberales está pasando factura al crecimiento económico del país. La desconfianza en el gobierno actual como agente de solución, más bien se percibe como un obstáculo para crear un ambiente propicio para las expectativas empresariales. Según el BCRP, las expectativas empresariales volvieron a estancarse en abril, debido a un escenario adverso para las inversiones y menores ventas de lo esperado, lo que refleja la urgencia de cambios estructurales.
La Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCRP muestra que las intenciones de las empresas para incrementar sus planillas y ejecutar mayores inversiones en el horizonte de tres meses se disiparon, volviendo al escenario pesimista. Esto se debe a la creciente incertidumbre sobre el desarrollo económico peruano y sus diferentes sectores productivos en el corto plazo. La producción, que en marzo mostró un leve repunte, volvió a caer en abril, mientras que la demanda se mantuvo estancada en niveles críticos.
Podemos apreciar que la demanda interna no se ha recuperado pese a la moderación de la inflación. Asociamos a la degradación del Perú ante las calificadoras de riesgo y el inicio de la controversia por Chancay. El factor político no coadyuva sino que más bien causa señales negativas para el mediano plazo.
Reformas liberales
Esta situación refleja la urgencia de implementar reformas liberales para impulsar la confianza empresarial y reactivar la economía. La falta de medidas adecuadas ha llevado a un estancamiento en las expectativas, lo que podría traducirse en un menor dinamismo económico y un aumento del desempleo.
Las reformas liberales no solo generarían un ambiente propicio para las inversiones, sino que también ayudarían a mejorar la competitividad del país en el ámbito internacional. La apertura del mercado laboral, la privatización de ciertos sectores y la desregulación de la economía son medidas necesarias para estimular el crecimiento económico sostenible a largo plazo.
Además, las reformas liberales podrían contribuir a reducir la informalidad laboral, que actualmente afecta a una gran parte de la población. Al flexibilizar las regulaciones laborales y fomentar la inversión privada, se podrían crear más oportunidades de empleo formal y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
En resumen, la estancada expectativa empresarial en abril es un claro indicador de la necesidad urgente de reformas liberales en el país. Estas medidas son fundamentales para impulsar la confianza empresarial, reactivar la economía y generar empleo. Sin embargo, su implementación requiere un compromiso político sólido y la voluntad de superar las barreras que impiden el desarrollo económico del Perú.
