Por José Luis Tapia Rocha, Economista, Director del Instituto de Libre Empresa, Profesor de Economia Política de la UPC y Presidente del Foro Liberal de América Latina 2022-2023
En el día dedicado al empresario capitalista, se impone la necesidad de desentrañar la intrincada conexión entre dos pilares fundamentales para el desarrollo económico: la seguridad jurídica y la capacidad innovadora de visionarios empresariales, un vínculo que alcanza su máxima expresión en la figura monumental de Malcolm McLean.
La seguridad jurídica, como sostén esencial para el crecimiento empresarial, adquiere proporciones cruciales en el escenario económico. La inseguridad jurídica, con sus efectos perniciosos que se traducen en aumentos significativos de costos legales, amenaza directamente la producción y las ventas. Nos encontramos, entonces, con una pregunta de considerable magnitud: ¿cómo puede florecer la empresarialidad en un entorno donde la seguridad jurídica es esquiva y el terreno de juego empresarial está minado de incertidumbre legal?
Visionario
Para ilustrar esta interdependencia, es imperativo rememorar la epopeya empresarial de Malcolm McLean, un individuo que, partiendo de ser un humilde camionero, se erigió como el arquitecto visionario de la revolución en la industria del transporte. Su aporte trascendental, el contenedor de envío, se reveló como una innovación de alcance global que redefinió la logística de manera irreversible.
La relación palpable entre la seguridad jurídica y la empresarialidad se manifiesta con claridad en la odisea de McLean. Su incursión en la creación de esta innovación transcendental ocurrió en un entorno donde la seguridad jurídica no era simplemente un deseo, sino una necesidad imperante. La inseguridad jurídica, de haberse consolidado, habría actuado como un obstáculo insalvable para las ambiciones de McLean.
Consciente de que la seguridad jurídica era vital para atraer inversiones, McLean dio un paso audaz al vender su empresa de transporte en 1956 y adquirir la Pan Atlantic Tanker Company. Este cambio estratégico no solo atestigua su sagacidad empresarial, sino también su comprensión aguda de que la seguridad jurídica, tanto en el ámbito empresarial como económico, era imperativa para materializar su visión.
SS Ideal X
El impacto histórico del SS Ideal X, el primer portacontenedores del mundo, en 1956, no solo marcó un hito en la historia del transporte, sino que también resaltó la capacidad transformadora de la empresarialidad cuando se libera de las restricciones de la inseguridad jurídica, especialmente cuando existe un gobierno limitado que protege los acuerdos contractuales. La rapidez y eficiencia de este nuevo método de transporte no solo redujo costos, sino que también aceleró el movimiento de mercancías, contratos, derechos, obligaciones y bienes jurídicos de una manera que hubiera sido impensable en un entorno de inseguridad persistente. La creación de la Organización Mundial del Comercio (antes GATT) sirve como testamento de la necesidad imperante de un marco jurídico predecible para que iniciativas tipo McLean prosperen.
En este contexto, se evidencia la conexión intrínseca entre la seguridad jurídica y la capacidad de los empresarios para revolucionar industrias. McLean no solo superó desafíos logísticos sino que también navegó por las complejidades del transporte marítimo, demostrando que la seguridad jurídica, tanto en términos legales como económicos, actúa como catalizador esencial para la verdadera innovación empresarial.
Seguridad Jurídica
En el día del empresario capitalista, la historia de Malcolm McLean resuena como un recordatorio elocuente de que la seguridad jurídica no solo es un requisito previo para el florecimiento de la empresarialidad, sino que también allana el camino para las grandes transformaciones que dan forma a la economía global y sus normas comerciales. La seguridad jurídica de un gobierno limitado no solo protege a los empresarios, sino que también les confiere la confianza y la libertad necesarias para imaginar, crear y llevar a cabo cambios que perduran en la historia. La sinfonía empresarial de Malcolm McLean es, en última instancia, un himno a la inseparable alianza entre la seguridad jurídica y la capacidad visionaria de los líderes empresariales.
