por Jose Luis Tapia Rocha, Director Fundador del ILE, economista, Presidente del Movimiento 5 Reformas y autor de Cómo vender ideas liberales.
La regulación excesiva y la carga tributaria en el mercado de Gas Licuado de Petróleo (GLP) están provocando un aumento en los precios y obstaculizando la competencia. Con 232 dispositivos legales del Ministerio de Energía y 332 de Osinergmin, el sector está sumido en una maraña burocrática que dificulta la eficiencia y el dinamismo económico. Además, la imposición de tres impuestos, incluyendo el impuesto al rodaje, el Impuesto General a las Ventas (IGV) y el Impuesto Selectivo al Consumo, agrava la carga fiscal sobre los consumidores y las empresas.
Falta de libre competencia
En este contexto, la industria del GLP se ve limitada legalmente por una producción concentrada en apenas cuatro empresas: Petroperú, Repsol, Aguaytia Energy y PlusPetrol. Esta falta de diversificación reduce la competencia y, en última instancia, perjudica a los consumidores al limitar las opciones y mantener los precios elevados.
La reciente noticia sobre el aumento del precio del balón de gas doméstico, motivado por el incremento del precio internacional del producto y una nueva normativa del Ministerio de Energía y Minas, refleja los desafíos que enfrenta el sector. Este encarecimiento afecta directamente a los hogares y las pequeñas empresas, que dependen del GLP como fuente de energía fundamental.
Es evidente que se necesita una reforma profunda para desregular y abrir todos los mercados relacionados con el GLP. Privatizar este sector, reducir la carga impositiva y simplificar la regulación son pasos cruciales para fomentar la libre competencia, mejorar la eficiencia y, en última instancia, reducir los precios para los consumidores.
El exceso de regulación no solo crea barreras para la entrada de nuevos competidores, sino que también genera costos operativos adicionales para las empresas existentes. Esto se traduce en precios más altos para los consumidores y en una menor eficiencia en toda la cadena de suministro.
Además, la concentración del mercado en unas pocas empresas limita la innovación y la mejora continua en la industria del GLP. La competencia es fundamental para estimular la innovación, reducir los costos y mejorar la calidad de los productos y servicios ofrecidos.
En este sentido, la privatización y la apertura del mercado permitirían la entrada de nuevos actores y promoverían la competencia, lo que conduciría a una mayor eficiencia y a precios más bajos para los consumidores. Al eliminar la intervención del Estado en la economía y permitir que el mercado funcione de manera más libre y eficiente, se pueden obtener beneficios significativos para todos los actores involucrados.
Por otro lado, es fundamental eliminar la metodología de fijación de precios y garantizar que sea transparente y libre. La estabilidad y previsibilidad en los precios son cruciales para los hogares y las pequeñas empresas, que dependen del GLP para sus necesidades diarias de energía.
En resumen, la liberalización del mercado de GLP es esencial para promover la competencia, reducir los precios y mejorar la eficiencia en el sector. Privatizar, desregular y abrir todos los mercados relacionados con el GLP son medidas necesarias de las 5 Reformas Liberales para garantizar un suministro de energía asequible y confiable para todos los peruanos.
