Analisis de Jose Luis Tapia Rocha, economista, Director Fundador del Instituto de Libre Empresa, y Catedrático de Economía Política.
La pobreza en el Perú ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento estimado al 30% en el año 2023. Este incremento se debe en gran medida a la desaceleración económica y la caída del Producto Bruto Interno (PBI) durante el 2022, que solo registró un crecimiento del 2.7%. Este modesto avance económico no fue suficiente para contrarrestar el aumento de la pobreza, que se elevó en 1.6 puntos porcentuales con respecto al año anterior, abarcando a una población de aproximadamente 9.184.000 personas.
La situación es aún más preocupante al compararla con años anteriores. En el 2021, la pobreza afectaba al 25.9% de la población, lo que significa un incremento significativo en solo un año. Además, en comparación con el año 2019, el incremento es aún más pronunciado, con un aumento de 7.3 puntos porcentuales desde entonces. Estas cifras reflejan un retroceso preocupante en los esfuerzos por reducir la pobreza en el país.
Pobreza extrema
Uno de los factores que contribuyó al aumento de la pobreza fue la pobreza extrema, que alcanzó el 5% de la población en el 2022. Este indicador también experimentó un aumento de 0.9 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. La situación es aún más desalentadora al observar que, en comparación con el 2019, la pobreza extrema ha aumentado en 2.1 puntos porcentuales, lo que demuestra una tendencia preocupante en el país.
El año 2023 no presentó un panorama más alentador, ya que la economía peruana experimentó una caída del 0.6%. Esta contracción económica, sumada a una inflación anualizada significativa, ha generado proyecciones preocupantes sobre el futuro de la pobreza en el país. Se estima que estos factores podrían provocar un crecimiento aún mayor en la pobreza monetaria en comparación con el año anterior.
Desde una perspectiva liberal clásica, esta situación subraya la importancia de implementar reformas económicas y políticas que fomenten el crecimiento económico y la creación de empleo. Las políticas económicas incompletas implementadas en décadas anteriores no han logrado impulsar la economía peruana hacia un camino de desarrollo. Se necesita urgentemente una modernización económica que fomente nuevas inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras, para estimular el crecimiento y reducir la pobreza de manera efectiva.
Las reformas liberales son fundamentales para abordar esta crisis. La liberalización económica puede abrir nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento, fortaleciendo así la economía y reduciendo la dependencia del Estado. Además, al fomentar un ambiente empresarial favorable, se pueden crear incentivos para la inversión privada, lo que a su vez puede generar un ciclo virtuoso de crecimiento económico y reducción de la pobreza.
En resumen, la lucha contra la pobreza en el Perú requiere un enfoque integral que combine políticas económicas liberales con medidas sociales y educativas. Solo a través de una combinación de reformas estructurales y un compromiso renovado con los principios del liberalismo clásico se podrá revertir esta tendencia preocupante y brindar un futuro más próspero para todos los peruanos.
